ESCANDALO CON MICHELLE OBAMA!
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ESCANDALO CON MICHELLE OBAMA!
Durante la madrugada del pasado domingo al lunes, todo el planeta quedó prendado con el instante en que Michelle Obama, luciendo un bonito vestido plateado de tirantes, proclamaba desde la Casa Blanca la victoria de 'Argo' en la pugna por el Oscar a la Mejor Película. ¿Todo el planeta? ¡No! En una República Islámica de Oriente Medio nadie celebró la victoria del film de Ben Affleck, y ni siquiera se pudo ver el vestido plateado de tirantes de la Primera Dama.
Fars, la agencia de información semioficial del régimen de Mahmud Ahmadineyad utilizó Photoshop para modificar el vestido de Obama y cubrirle los hombros. En Irán las reglas establecen que las mujeres que aparecen en la televisión estatal deben llevar un yihab que cubra su cabello y sus brazos, aunque las normas son algo más permisivas con las extranjeras. Tal vez por ello, o tal vez porque el programa de edición de imagen no da para tanto en tan poco tiempo, los iraníes sí pudieron ver el peinado de la Primera Dama.
No acabó ahí la cosa. De sobras conocida era la animadversión que 'Argo' había creado entre los gobernantes iraníes, por la imagen distorsionada y partidista que la película ofrece, según su punto de vista, sobre la crisis diplomática de 1979 entre Estados Unidos e Irán. Especialmente molesto les ha resultado ese prólogo de animación que recrea los acontecimientos históricos previos a los hechos que narra la película. Tras el triunfo de la película en los Oscar, el gobierno de Teherán, a través de su ministro de cultura Mohamad Hosseini, no ha tardado en manifestar su indignación ante la predilección de la Academia por un film que consideran “mera propaganda estadounidense” y “muy débil desde el punto de vista artístico”. Hosseini ha declarado además que no espera "que los enemigos de Irán hagan algo mejor que eso”.
Fars, la agencia de información semioficial del régimen de Mahmud Ahmadineyad utilizó Photoshop para modificar el vestido de Obama y cubrirle los hombros. En Irán las reglas establecen que las mujeres que aparecen en la televisión estatal deben llevar un yihab que cubra su cabello y sus brazos, aunque las normas son algo más permisivas con las extranjeras. Tal vez por ello, o tal vez porque el programa de edición de imagen no da para tanto en tan poco tiempo, los iraníes sí pudieron ver el peinado de la Primera Dama.
No acabó ahí la cosa. De sobras conocida era la animadversión que 'Argo' había creado entre los gobernantes iraníes, por la imagen distorsionada y partidista que la película ofrece, según su punto de vista, sobre la crisis diplomática de 1979 entre Estados Unidos e Irán. Especialmente molesto les ha resultado ese prólogo de animación que recrea los acontecimientos históricos previos a los hechos que narra la película. Tras el triunfo de la película en los Oscar, el gobierno de Teherán, a través de su ministro de cultura Mohamad Hosseini, no ha tardado en manifestar su indignación ante la predilección de la Academia por un film que consideran “mera propaganda estadounidense” y “muy débil desde el punto de vista artístico”. Hosseini ha declarado además que no espera "que los enemigos de Irán hagan algo mejor que eso”.
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